

Tarot puede proceder de la palabra “rota” (la rueda). La tirada más antigua que se conoce con las 22 láminas mayores está realizada bajo la representación de una rueda. La rueda, la esfera y el círculo, son las formas más perfectas del universo, a imagen de los planetas y de los astros. El origen mismo del Big Bang es un punto. Quizás por esta razón, en los manuscritos de los Hebreos de la alta Edad Media, los diez Sefirot figuran en círculo.
La Torah y las 22 letras hebraicas (números mágicos de las Láminas) podrían aber sido los soportes de la esencia del tarot. Se ha desarrollado así toda una simbología cabalística del tarot.
El nombre también puede proceder del Tao, cuyo significado es: la vía spiritual, la progresión del Ser, el orden absoluto. Tar y Ro significan, en egipcio, “el camino Real”. En sánscrito, Tar-o quiere decir “la estrella”. Muchos autores se han inspirado en el Tarot antiguo y lo han concebido a partir de la Alquimia, la Masonería, la Magia o la Astrología (cada una de cuyas 22 casas mantiene una correspondencia con las 22 láminas mayores).
Para reencontrar, a través de las imágenes y de los símbolos, la fuente arquetípica de esta enseñanza y de toda la creación en el universo. La interpretación de una Lámina, o de una tirada, se realizará al nivel que se desee: universal o personal.
Se comprende fácilmente el objetivo de las tiradas adivinatorias. Con este tarot podréis hacerlas, pero el Arquetipo Universal os permitirá poneros en armonía con las energías “principiales” y con los Arquetipos.